Solo con la carta circular del Pontificio Consejo para la Interpretación de los Textos Legislativos del 13 de marzo de 2006 se hizo totalmente claro el procedimiento eclesiástico a seguir en estos casos.
La iglesia es el útil de Jehová para expresar su compasión y preocupación por el mundo. La iglesia es indispensable para los creyentes cristianos.
Es la intención de este artículo invadir el concepto de Iglesia bajo la perspectiva dual de estructura social y edificio.
Esta es la finalidad suprema que una sociedad puede tener; no es ciertamente una finalidad subordinada a la bienestar temporal pretendida por el estado. Por otra parte la Iglesia no depende del permiso del Estado para alcanzar su fin. Su derecho a existir deriva no del permiso del Estado, sino del mandato divino. Su derecho a predicar el Evangelio, a llevar la batuta los sacramentos, a desempeñar jurisdicción sobre sus súbditos, no está condicionado a la autorización del gobierno civil. Ha recibido del propio Cristo el gran encargo de enseñar a todas las naciones. A la orden de los gobernantes civiles de que desistieran de predicar, los Apóstoles respondieron simplemente que debían obedecer a Todopoderoso antiguamente que a los hombres (Hch. 5,29). Cierta cantidad de caudal temporales es, realmente, necesaria a la Iglesia para posibilitarle resistir a mango la tarea a ella confiada. El estado no puede con justicia prohibirle que reciba estos por las donaciones de los fieles. Aquellos cuyo deber es lograr un cierto fin tienen derecho a poseer los medios necesarios para sufrir a mango su tarea.
Adicionalmente de todo lo expuesto tenemos que subrayar que el término que nos ocupa incluso es utilizado conjuntamente con otras palabras para especificar un poco más el concepto.
En el cristianismo, la Iglesia es entendida como una comunidad espiritual que reúne a los fieles que profesan la misma doctrina, celebran los mismos sacramentos y siguen una estructura religiosa popular.
En China la Iglesia continúa en las "catacumbas"; las pocas parroquias existentes dependen de obispos latinos.
Cuando singular se pregunta qué es este reino del que Cristo habló, sólo puede acontecer una respuesta. Es su Iglesia, la sociedad de los que aceptan su comisión divina, y admiten su derecho a la obediencia de Certidumbre que Él reclamó. Toda su actividad está dirigida al establecimiento de tal sociedad: la organiza y nombra a sus gobernantes, establece ritos y ceremonias en ella, traslada a ella el nombre que hasta entonces había designado a la Iglesia Haba., y advierte solemnemente a los judíos que el reino ya no es suyo, sino que se les ha quitado y cubo a otro pueblo. Los evangelistas trazan los diversos pasos dados por Cristo en la ordenamiento de la Iglesia. Se le presenta como reuniendo a numerosos discípulos, aunque seleccionando doce de ellos para ser sus compañeros de guisa especial, los cuales comparten su vida.
Otro dogma sobresaliente en la Iglesia católica es la creencia en la presencia Efectivo de Nazareno en la Eucaristía, en que mediante el cambio que es llamado transubstanciación el pan y el caldo presentados en el Altar se convierten en el cuerpo get more info y en la matanza de Cristo.[53]
El Cisma de Poniente afectó a la Iglesia católica desde 1378 hasta 1417 y provocó fuertes tensiones y el surgimientos de ideas de tipo conciliaristas, según las cuales un concilio podría tener más autoridad que el papa en algunos puntos.
El papa Juan Pablo II destacó por su transigencia al diálogo entre religiones y su carisma entre la juventud católica.
La atribución de reconocer a la Iglesia como lo que es presupone ciertas disposiciones morales. Donde hay una arraigada desgana a seguir la voluntad de Alá, puede acontecer ceguera espiritual respecto a las pretensiones de la Iglesia. El prejuicio invencible o la presunción heredada pueden producir el mismo resultado; pero en tales casos la incapacidad de ver se debe, no a la desliz de visibilidad de la Iglesia, sino a la ceguera del individuo. El caso tiene una analogía casi exacta con la evidencia que tienen las pruebas de la existencia de Dios. Las pruebas en sí mismas son evidentes, pero pueden fracasar en penetrar en mentes oscurecidas por el prejuicio o la mala voluntad. Desde la época de la Reforma, los autores protestantes o niegan la visibilidad de la Iglesia o la explican de forma que pierda la longevo parte de su significado. Tras indicar brevemente las bases de la doctrina católica, se reseñarán algunas opiniones predominantes entre las autoridades protestantes sobre este asunto.
Este prolongado proceso alpargata de los siglos V al XI. Buena parte de estas misiones, Triunfadorí como el trabajo de recristianizar los territorios del antiguo Imperio romano de Oeste, fue posible gracias a los monasterios, sobre todo a los benedictinos.
En el precedente examen de la doctrina de la Escritura respecto a la Iglesia, se ha visto cuán claramente se establece que sólo entrando en la Iglesia se puede participar en la redención que Cristo obró para nosotros. La incorporación a la Iglesia puede ella sola unirnos a la grupo del segundo Desaliñado, y ella sola puede injertarnos en la verdadera Vid. Por otra parte es a la Iglesia a la que Cristo entregó los medios de Humor que se comunica a los hombres los dones que Él ganó para ellos.